viernes, 31 de octubre de 2014

SALUD EN LA RED: INDICE GLUCÉMICO


  
 
Cuando tomamos  cualquier alimento rico en glúcidos, los niveles de glucosa en sangre se incrementan progresivamente según se digieren y asimilan los almidones y azúcares  que contienen. La  velocidad a la que se digieren y asimilan los diferentes alimentos depende del tipo de nutrientes  que los componen, en la cantidad de fibra presente y de la composición del resto de alimentos presentes en el estomago e intestino durante la digestión.

Estos aspectos se valoran a través del índice glucémico de un alimento. Dicho índice es la reacción entre el  área de la curva de la absorción de la ingesta de 50gr. De glucosa pura a lo largo del tiempo, con la obtenida al ingerir la misma cantidad de ese alimento.
El índice glucémico se determina en laboratorios bajo condiciones controladas. El proceso consiste en tomar cada poco tiempo muestras de sangre a una persona al que se  le ha hecho consumir soluciones de glucosa pura unas veces y el alimento en cuestión. Otras a pesar de ser bastante complicado de determinar, su interpretación es muy sencilla: los índices elevados aplican una rápida absorción, mientras que los índices bajos indican una absorción pausada.

Este índice es de gran importancia para los diabéticos, ya que deben evitar las subidas rápidas  de glucosa en sangre.

Problemas ocasionados por los alimentos de  elevado índice glucémico.
En primer lugar al aumentar en nivel de glucosa en la sangre se segrega insulina en grandes cantidades, pero como las células no pueden quemar adecuadamente, toda la glucosa el metabolismo de las grasas se activa y comienza a transformarlas en grasas, estas grasas se almacenan en las células del tejido adiposo. Nuestro código genético está programado de esta manera para permitirnos sobrevivir mejor a los periodos de escases de alimentos.



 En una sociedad como la nuestra en la que  nunca llega el periodo de hambruna posterior al atracción, todas las reservas grasas que se quedan sin vitalizar y nos volvemos obesos.


Posteriormente toda esa insulina que hemos segregado consigue que el azúcar abandone la corriente sanguínea y, dos o tres horas después el azúcar cae por debajo de lo normal y pasamos a un estado de hipoglucemia. Cuando esto sucede, el funcionamiento de nuestro cuerpo y de nuestra cabeza no está a la par, y sentimos la necesidad de devorar mas alimento.





























Si volvemos a comer más carbohidratos para calmar la sensación de hambre por la rápida bajada de glucosa, volvemos a segregar otra gran dosis de insulina, y así entramos en un círculo vicioso que se repetirá una y otra vez cada pocas horas.


ESTE proceso se le aplica al ganado para conseguir un engorde artificial a base de suministrarle dosis periódicas de insulina.   De hecho algunos científicos han llamado la insulina ¨la hormona del hambre¨.



Sustituyendo los carbohidratos de bajo índice glucémico, especialmente en las meriendas o comidas aisladas, podemos mejorar la regulación de azúcar en la sangre, reducir la sensación de insulina y ayudar a un programa de pérdida de peso.
 La tabla siguiente puede consultarse para elegir los alimentos de menor índice glucémico













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